viernes, 3 de julio de 2015

Rafael Leonidas Trujillo


Familia y primeros años.
Trujillo nació en la ciudad de San Cristóbal el 24 de octubre de 1891. Hijo de José Trujillo Valdez, pequeño comerciante hijo del sargento grancanario José Trujillo Monagas, que llegó a Santo Domingo como integrante de las tropas españolas de refuerzo durante la Anexión, y de Altagracia Julia Molina Chevalier, más tarde conocida como Mamá Julia, hija de Pedro Molina Peña, campesino dominicano, y de la maestra Luisa Erciná Chevalier, cuyos padres aunque oriundos de Haití eran predominantemente de origen francés: su padre, Justin Alexis Victor Turenne Carrié Blaise, era blanco, y su madre, Eleonore Juliette 'Diyetta' Chevallier Moreau, mulata. No obstante, Trujillo siempre renegó de la ascendencia haitiana de su madre.

Fue el tercero de once hijos. Sus hermanos fueron Rosa María Julieta, Virgilio, José "Petán" Arismendy, Amable "Pipi" Romero, Julio Aníbal, Luisa Nieves, Pedro Vetilio, Ofelia Japonesa y Héctor "Negro" Bienvenido Trujillo Molina. Trujillo tuvo asimismo hermanos por parte de padre. Todos sus hermanos varones con excepción de Amable Romeo fueron generales y coroneles del Ejército Dominicano. Bajo su dictadura, Héctor Bienvenido llegó a ser nombrado Generalísimo en 1959.

La infancia de Trujillo pasó relativamente sin incidentes aunque su educación básica fue irregular y bastante limitada. En 1897 a los 6 años fue inscrito en la escuela de Juan Hilario Meriño. Un año más tarde se trasladó a la escuela de Broughton, donde fue discípulo de Eugenio María de Hostos y permaneció allí durante tres o cuatro años.

En 1907 a los 16 años de edad, Trujillo obtuvo un empleo como telegrafista, actividad que ejerció durante 3 años. Después, se dedicó junto a su hermano "Petán" al cuatrerismo, a la falsificación de cheques y el robo postal. Por estos delitos fue declarado culpable y encarcelado algunos meses.

En 1916, nuevamente se dedicó a actividades criminales y lideró a la banda de asaltantes llamada la 42, temida por su violencia, .26 Más tarde trabajó durante dos años en la industria azucarera como guarda campestre.En 1916, los EE.UU. ocuparon el país, ante los impagos de la deuda externa por parte de la República.. El ejército de ocupación pronto creó una «Guardia Nacional» con la finalidad de restablecer el orden. En 1918 y viendo en ello una oportunidad para su beneficio, Trujillo se integró en la recién fundada institución militar y pronto fue promovido a Segundo Teniente . El 11 de enero de 1919, fue ascendido nuevamente y prestó juramento, convirtiéndose en el teniente número quince de los dieciséis que existían entonces en la Guardia Nacional.

En 1920, ya con el grado de teniente, fue sometido a un juicio militar por violación y extorsión a Isabel Guzmán, una menor de 16 años, pero fue exonerado de culpa. En 1921 ingresó en una Academia Militar fundada por el ejército de ocupación en Haina y el 22 de diciembre de ese mismo año fue designado para ocupar la jefatura de la Guarnición de San Pedro de Macorís.

En 1922 fue trasladado al Cibao y, mientras se encontraba en San Francisco de Macorís, fue ascendido a Capitán sin pasar por el grado de Primer Teniente, algo irregular en el escalafón militar, pero explicable debido a los "servicios" prestados por Trujillo al ocupante estadounidense. Este ascenso fue acompañado por la reorganización de la Guardia Nacional, la cual más tarde pasó a ser Policía Nacional Dominicana, de la que ocupó muy poco tiempo después el mando de la 10.ª Compañía.

En 1923, antes de su nombramiento como inspector del primer distrito militar, participó como estudiante en la Escuela de Oficiales del Departamento del Norte. En esta época, a pesar de su formación militar, comenzaron a manifestarse sus inclinaciones políticas. En su vertiginosa carrera en la milicia, llegó al grado de Mayor y cuando las tropas de EE.UU. abandonaron el país en 1924, dejaron a Trujillo a cargo. En 1927 Trujillo se integró a la Brigada Nacional, institución creada para reemplazar la guardia nacional y ascendió al grado de General. Antes de su ingresó a la vida militar había pronunciado la frase: "Voy a entrar en el ejército y no me detendré hasta ser su jefe".
Golpe de Estado a Vásquez y ascenso al poder.

Con el triunfo de Horacio Vásquez en las elecciones que siguieron a la desocupación de las tropas estadounidenses en 1924, Trujillo permaneció al frente de la Policía Nacional. El 6 de diciembre de ese mismo año, el Presidente Vásquez lo nombró Teniente Coronel y Jefe de Estado Mayor.

En 1930, estalló en Santiago una insurrección contra el presidente Horacio Vásquez y los rebeldes marcharon hacia Santo Domingo. Trujillo recibió la orden de someter la rebelión, pero cuando los amotinados llegaron a la capital el 26 de febrero, no encontraron resistencia alguna. Enterado el presidente Vásquez de que uno de los ideólogos de la insurrección era el propio Trujillo decidió renunciar como una salida negociada a la crisis a fin de evitar derramamiento de sangre. Vásquez fue enviado al exilio y el líder rebelde Rafael Estrella fue proclamado presidente interino.


Trujillo se convirtió en el candidato en las elecciones presidenciales de 1930 llevando a Estrella Ureña como vicepresidente. La candidatura opositora, representada por Federico Velásquez Hernández y Ángel Morales a la presidencia y vicepresidencia respectivamente, se retiró quedando la de Trujillo-Ureña como única opción.


La campaña electoral se realizó bajo un clima de terror provocado por Trujillo y su banda paramilitar La 42, dirigida por el mayor del ejército Miguel Ángel Paulin. Hasta los miembros de la Junta Central Electoral se vieron forzados a renunciar el 7 de mayo, siendo sustituidos por personas que respondían a la voluntad de Trujillo. El binomio Trujillo - Ureña ganó las elecciones el 16 de mayo, oficialmente con el 45% de los votos. Más tarde se supo que sólo el 25% de los votantes acudieron a las urnas, lo que hizo pensar que fueron elecciones fraudulentas. El 24 de mayo de 1930 fueron proclamados oficialmente Trujillo y Ureña, presidente y vicepresidente del país, respectivamente. El 16 de agosto a la edad de 38 años, Trujillo asumió la presidencia de la República.
Primer mandato 1930-1938.

El 3 de septiembre de 1930, a tres semanas de que Trujillo asumiera el poder, el destructivo huracán «San Zenón» golpeó Santo Domingo y dejó más de 3.000 muertos. Con el dinero aportado por la «Cruz Roja Americana», se reconstruyó la ciudad. En junio de ese mismo año, la oposición se organizó para derrocar a Trujillo, pero todo fue en vano y los promotores terminaron en el exilio. Entre los exiliados se encontraban Martín de Moya, Horacio Vásquez, Ángel Morales, Federico Velásquez, Alfredo Ricart, Cucho Álvarez Pina, Ángel María Soler, José Dolores Alfonseca, Luis F. Mejía, Leovigildo Cuello y Ramón de Lara.

En marzo de 1931 el general Desiderio Arias renunció al gabinete de Trujillo, quien al quedar sin oposición alguna, fortaleció su dictadura. En octubre Trujillo promulgó la ley de emergencias, mediante la cual el estado dominicano suspendió el pago por concepto de amortización de la deuda externa con los Estados Unidos. También redujo el gasto público con despidos masivos y reducción de sueldos. Además, disminuyó las importaciones y equilibró la balanza comercial.

El Partido Dominicano fue la maquinaria ideológica de soporte del régimen. Formado oficialmente el 2 de agosto de 1931, fue el único partido permitido durante el régimen, salvo contadas y coyunturales excepciones. Mario Fermín Cabral fue el principal auspiciador del Partido, que tenía por símbolo una palma. El carné de miembro del partido se convirtió en documento obligado para todos los dominicanos mayores de edad y necesario para la mayoría de las actividades cotidianas, como buscar empleo o salir del país. Ante el riesgo de posibles invasiones por parte de los exiliados políticos, Trujillo realizó un recorrido junto a su Estado Mayor por las diferentes provincias del país acompañado de militares del ejército nacional el 31 de diciembre de ese mismo año.

El 26 de mayo de 1933 fue nombrado «Generalísimo de los Ejércitos Nacionales» por el Congreso Nacional.

En febrero de 1934 se celebró una convención para elegir a Trujillo nuevamente candidato a presidente por el partido dominicano. El 16 de mayo de ese año y sin ninguna oposición política se celebraron las elecciones nacionales con Trujillo como único candidato. El 16 de agosto asumió el poder por segunda ocasión consecutiva, esta vez llevando a Jacinto Bienvenido Peynado como vicepresidente.
Genocidio de 1937: «Matanza de haitianos».

Trujillo siempre mostró preocupación por la inmigración haitiana a la República Dominicana y en base a esto, desarrolló una política xenófoba en el país. Dicha política iba dirigida, por supuesto, a los habitantes del país vecino aunque también afectó a dominicanos de piel significativamente oscura. En octubre de 1933 viajó a Haití para reunirse con Sténio Vincent, presidente del vecino país en ese entonces. Trujillo le propuso a Vincent revisar el acuerdo anterior de 1929 con relación a los límites de la frontera dominico-haitiana. Vincent aceptó y en marzo de 1936 ambos presidentes firmaron un nuevo acuerdo que estableció nuevos límites en la frontera.

Desde el 28 de septiembre al 8 de octubre de 1937, Trujillo decidió el genocidio de miles de haitianos que vivían en la zona de la frontera dominicana con Haití en un evento conocido como la Masacre del Perejil o El Corte, donde tropas del ejército dominicano mataron, según estimados, entre 15 y 20,000 personas. Este hecho intentó ser justificado con el pretexto de eliminar infiltraciones conspirativas y como una represalia por la idea de que el gobierno haitiano cooperaba con un plan de exiliados dominicanos que buscaban derrocarlo desde la vecina nación.
Segundo mandato 1942-1952.

En febrero de 1942 Trujillo fue nuevamente postulado a las elecciones de ese año por el Partido Dominicano y por el recién creado «Partido Trujillista». El 16 de mayo fueron celebradas las elecciones donde votaron casi 600.000 ciudadanos, saliendo nueva vez Trujillo electo como presidente.

Al cumplirse los 100 años de la fundación de la nación dominicana, Trujillo celebró un evento llamado «Las fiestas del centenario».

El 4 de agosto de 1946 un fuerte terremoto azotó la región noreste del país.

A finales de 1945 se agudizó el descontento en los ingenios azucareros debido a la inflación que hubo en la época agravada por los salarios que devengaban los obreros de baja cualificación. Contra aquellos que osaron quedarse en sus casas a manera de protesta, Trujillo ordenó al ejército la realización de redadas alegando el delito de vagancia. Los capturados fueron encarcelados y obligados a trabajar. Estas redadas abarcaron también a los que no poseían los documentos reglamentarios exigidos por el régimen, conocidos popularmente como «los 3 golpes».

En enero de 1946, la «Federación Local del Trabajo», un grupo de manifestantes obreros fundado por el líder sindical Mauricio Báez hizo una huelga que duró más de una semana. Aunque la dictadura terminó cediendo a las peticiones de los demandantes, posteriormente algunos de sus dirigentes y participantes fueron perseguidos y asesinados, mientras que otros se vieron obligados a tomar el camino del exilio. Tiempo después Trujillo desintegró todos los sindicatos del país, obligándolos a pertenecer a una federación afín a él. En 1950 Mauricio Báez fue secuestrado en Cuba donde estaba exiliado y nunca más se supo su paradero.

En mayo de 1947 se celebraron nuevas elecciones, matizadas esta vez con fuertes críticas internacionales sobre el carácter dictatorial del gobierno, lo que obligó a Trujillo a montar una ficción democrática. En dichas elecciones participaron 3 partidos políticos, el Partido Nacional Laborista, el Partido Nacional democrático y el Partido Dominicano, quienes llevaban de candidatos a Rafael A. Espaillat, Francisco Pratts Ramírez y Rafael Leónidas Trujillo, respectivamente. Trujillo terminó ganando el certamen con el 90% de los votos.

En octubre de 1952 Trujillo creó el Instituto Trujilloniano con Manuel Peña Batlle como su presidente. La institución tenía como misión la difusión de la obra de gobierno de Trujillo.
Política económica.

Bajo los gobiernos de Trujillo se verificó un cierto bienestar económico. Su política económica se fundamentó en la eliminación del endeudamiento externo, la promoción de importaciones y el fomento a la producción nacional.

El 15 de agosto de 1938 se inauguró el Puerto de Santo Domingo, lo que impulsó de manera significativa las actividades comerciales con el exterior.

El 24 de septiembre de 1940 se firmó el Tratado Trujillo-Hull, acuerdo mediante el cual se derogó la convención dominico-americana firmada en 1924 y se restableció el control absoluto de las aduanas por parte de las autoridades dominicanas.

En 1941 Trujillo compró la sucursal del «National City Bank of New York» en Santo Domingo y el 24 de octubre de ese mismo año fundó el Banco de Reservas. En 1947, fundó el Banco Central de la República Dominicana y el 10 de enero de ese mismo año quedó establecido el peso dominicano como moneda oficial , terminando de esa manera el uso del dólar estadounidense como moneda de curso legal en el país. El 19 de julio de ese año Trujillo saldó la deuda externa del país ascendente a 9 271 855 dólares americanos.

Desde 1945 hasta 1950 el régimen de Trujillo propició un proceso de industrialización en el país, sobre todo en el ámbito agropecuario. En 1955, la inversión industrial se cuadruplicó en comparación con años anteriores.

En 1938, en la Conferencia de Evian fue el único país dispuesto a aceptar una cantidad significativa de judíos franceses, con un convenio realizado entre Trujillo y empresarios semitas de la ciudad de Nueva York, donde acordaron el pago de alrededor de un millón de dólares. En 1940 llegaron a República Dominicana 750 judíos mediante un acuerdo firmado por Trujillo, que instituía la donación de 110 km² para los refugiados, que luego se asentaron en Sosua. No obstante las intenciones del régimen dominicano, el número total de refugiados judíos no superó el millar.


En 1939 terminada la guerra civil española, se permitió la entrada al país de los exiliados del bando republicano. En 1952, Trujillo volvió a España para reunirse con su homólogo el generalísimo Francisco Franco. Este viaje buscó, entre otros asuntos, propiciar la inmigración de españoles a República Dominicana, actitud que atribuyen algunos historiadores al afán del dictador de «blanquear la raza».


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